lunes, 4 de febrero de 2013

Parque Miguel de Cervantes Saavedra


El solar que actualmente ocupa el parque Miguel de Cervantes Saavedra, en el corazón de la ciudad de David, era en tiempo ancestrales un lote de verde sabana, salpicado por algunos senderos de tierra rojiza. En ese entorno correteaban los chiquillos del pueblo, observados por las vacas que pastaban tranquilas al caer la tarde El solar que actualmente ocupa el parque Miguel de Cervantes Saavedra, en el corazón de la ciudad de David, era en tiempo ancestrales un lote de verde sabana, salpicado por algunos senderos de tierra rojiza. En ese entorno correteaban los chiquillos del pueblo, observados por las vacas que pastaban tranquilas al caer la tarde.


Tranquila plaza del Carmen, como se le conocía inicialmente, poco a poco se transformó. A principios del siglo XX, Antonio Anguizola, Secretario de Obras Públicas, trajo de Panamá una cerca que bordeaba el parque de Catedral y con ella demarcó la plaza (parte de esta valla se observa hoy en la escuela José María Roy). El comerciante Carlos Miligan construyó las aceras y, en 1914, por obra de Mélida María Arias se logró la pavimentación interior con cemento y las instalaciones de agua.

Durante muchos años, Cristóbal Torres, floricultor español contratado por el municipio, se consagró como parquero y embelleció el lugar con flores ornamentales, palmas y frondosos arboles  convirtiéndolo en uno de los parques más bonitos de Panamá.
Durante la gobernación de Eduardo “Lalo” González (1945 – 1948), el ingeniero Eladio Pérez  Venero elaboró los planos del actual parque, que cambió las añejas estructuras de entonces.
En el año 2006, bajo al alcaldía de don Francisco Vigil, el parque fue totalmente remodelado, convirtiéndose en uno de los más bellos de Latinoamerica.


Las remodelaciones que se le hicieron al nuevo parque demoraron 16 meses y tuvieron un costo de 734 mil dolares. El nuevo sistema de bancas, llamado monolítica integrada, permite 700 personas sentadas contra 336 del viejo diseño. Dichas bancas son integradas a maceteros  donde se encuentras plantas denominadas "budas" que son una especie de pinos hindúes.


En toda la extensión del parque, con aproximadamente 7 mil metros cuadrados, hay 3 mil 722 metros de adoquines, es decir ladrillos de arcilla, que cubren el parque y le dan un sentido artístico.

La fuente principal, esta en la parte central del parque a unos pocos metros de la iglesia de la Sagrada Familia. Es una figura geométrica simulando un obelisco, bajo la creencia que genera buena energía.  


Por el sito de transito hay luces incrustadas en el suelo llamadas luces chiricanas ya que llevan los colore rojo y verde, los cuales identifican la bandera regional. Ademas se encuentran 21 estrellas dedicadas a las empresas patrocinadoras.       



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